Diarrea en perros, gatos y otras mascotas

Diarrea en mascotas

¿Por qué tiene mi animal diarrea?

En el intestino delgado se digiere la comida; todo lo que no es filtrado por el intestino delgado pasará al intestino grueso. El intestino grueso extrae el líquido de los restos y luego almacena las heces.
Cuando el revestimiento intestinal de su perro, gato, conejo u otra mascota se irrita, esto provocará diarrea. Si el cuerpo de su mascota detecta que hay algo en sus intestinos que no debería estar allí, intentará expulsarlo lo más rápido posible. Si esto ocurre en la parte superior del tracto digestivo, el animal vomitará. Si ocurre más abajo, en la mayoría de los casos provocará diarrea.

Diarrea del intestino delgado

En el intestino delgado se extraen los nutrientes y líquidos de los alimentos, lo que hace que el contenido intestinal se espese un poco. Si el intestino delgado no funciona correctamente, esto no sucede (o sucede insuficientemente) y el contenido intestinal contiene mucho líquido, por lo que las heces son relativamente líquidas. Las heces pasan más rápido por el intestino grueso y llegan al recto como heces blandas o líquidas.
En el caso de la diarrea del intestino delgado, generalmente se puede controlar razonablemente bien. Los perros pueden indicar que necesitan defecar y a menudo pueden elegir un lugar adecuado. Normalmente, las heces no contienen sangre ni mucosidad. La diarrea del intestino delgado a menudo se acompaña de gases, falta de apetito, vómitos y dolor abdominal.
Los perros o gatos con diarrea del intestino delgado a menudo pierden peso, incluso si comen suficiente.

Diarrea del intestino grueso

En el intestino grueso se extrae aún más líquido de las heces y se avanza hacia el recto. En la última parte del intestino grueso, el recto, las heces esperan hasta que el perro defeca. En el recto también se regula la sensación de necesidad.
Cuando hay diarrea del intestino grueso, la mayor parte del líquido ya ha sido absorbida en el intestino delgado. Sin embargo, el contenido semilíquido que llega al intestino grueso se desplaza rápidamente hacia el recto, generando una gran urgencia. La diarrea del intestino grueso provoca un deseo muy fuerte y repentino de defecar, y los perros generalmente no pueden retener las heces o lo hacen con mucha dificultad. A menudo estarán inquietos y defecarán en casa.
La diarrea del intestino grueso suele ser más espesa que la diarrea del intestino delgado. Normalmente se observa mucosidad y/o sangre en las heces, y a veces la producción de mucosidad es tan abundante que los animales solo expulsan mucosidad (a veces con sangre). Si el perro sigue comiendo bien, generalmente no pierde peso.

Posibles causas de diarrea

Disbacteriosis intestinal
En los intestinos viven bacterias que, junto con las enzimas, aseguran una buena digestión. Puede ocurrir que una de las bacterias esté presente en exceso, causando que otras bacterias estén en menor cantidad, lo que puede alterar parcialmente la digestión.
El exceso de una bacteria puede deberse a un cambio repentino de alimentación, lo que puede desequilibrar los intestinos. También puede ser resultado de un período previo de diarrea. Los cambios en el intestino permiten que algunas bacterias sobrevivan mejor mientras que otras mueren más rápido. El aumento de ciertas bacterias también puede ser causado por antibióticos. Los probióticos ayudan a restablecer el equilibrio de la flora intestinal.

Estrés
En situaciones de estrés se liberan hormonas que también afectan el funcionamiento del intestino y el estómago. El estrés puede causar vómitos y diarrea en los perros. La solución es reducir o eliminar los factores de estrés. En este tipo de diarrea, la urgencia es mayor y los perros tienen dificultades para retener las heces. A menudo este tipo de diarrea desaparece rápidamente cuando el nivel de estrés disminuye. La diarrea por estrés es común en cachorros, ya que la pared intestinal aún no está completamente desarrollada.

Mala digestión o alergias alimentarias
Los alimentos contienen muchos nutrientes que son descompuestos por enzimas producidas por el cuerpo del animal. Estas enzimas trabajan junto con las bacterias intestinales. Si una enzima falta o está presente en menor cantidad, el nutriente que debería descomponer permanece en el intestino, dañando la pared intestinal y atrayendo líquido hacia el intestino. Esto suele provocar dolor abdominal, gases y diarrea.

Parásitos
Una infección parasitaria (por ejemplo, Giardia) puede dañar la pared intestinal. La pared intestinal está compuesta por múltiples capas de mucosa que filtran nutrientes y líquidos. Si la mucosa está dañada, el intestino no absorbe bien los nutrientes ni el líquido, y las heces serán líquidas. Dependiendo de la ubicación del parásito, puede haber sangre o mucosidad en las heces o vómitos. Ante una infección parasitaria (posible), se recomienda contactar inmediatamente con el veterinario.

¿Qué hacer en caso de diarrea en su perro o gato?

Como la diarrea suele ser causada por disbacteriosis (flora intestinal desequilibrada), es importante restaurar la flora intestinal y devolver el equilibrio.
Los probióticos son bacterias buenas que favorecen la salud intestinal, y los prebióticos son sustancias que estimulan el crecimiento de ciertas bacterias en el intestino.
Los probióticos y prebióticos son esenciales para restablecer el equilibrio de la flora intestinal cuando está alterada.

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No contiene “agentes de retención”, por lo que también es adecuado para uso preventivo; además, es un producto natural que no puede ser sobredosificado.